viernes, 1 de febrero de 2008

PRIVATIZAR LA GUERRA

PRIVATIZAR LA GUERRA
1-Introducción
Desde el término de la Guerra Fría, y como consecuencia de la victoria de la economía de mercado sobre el sistema socialista, el mundo bipolar de la posguerra evolucionó a un mundo unipolar, caracterizado por la hegemonía militar y económica de Estados Unidos. Ante esta nueva situación, y gracias a la globalización en la que vivimos, el sistema norteamericano se ha expandido por todos los rincones del mundo, estableciendo en todos los países los valores del liberalismo y la privatización.
La posición hegemónica de los Estados Unidos, ha supuesto el crecimiento de las guerras ofensivas, las cuales, como si de un sector industrial cualquiera se tratasen, han sufrido también los desvaríos del liberalismo, dando lugar a su privatización. Ahora, lo que hace solo unas décadas era competencia de los ejércitos que defendían su país, ha recaído sobre mercenarios y contratistas, cuya única motivación es el beneficio propio. Pero en este nuevo tejido internacional, incluso el concepto de los mercenarios ha variado, ya que han evolucionado hasta convertirse en firmas igual de bien de organizadas que cualquier gran empresa, y de gran peso financiero.
Esta privatización de la guerra, únicamente ha sido posible gracias al contexto internacional posterior a la guerra fría.

2-El mundo tras la guerra fría
Tras la segunda guerra mundial, los dos países que más habían contribuido a la derrota del eje, Estados Unidos y Rusia, emergieron del conflicto convertidos en superpotencias. Pero si durante la contienda bélica fueron aliados, tras la victoria sus relaciones se rompieron. Se configuraba así un mundo bipolar, dividido en dos bloques antagónicos – capitalista y socialista- liderados respectivamente por Estados Unidos y Rusia, iniciándose así la Guerra Fría.
Los países del bloque capitalista alcanzaron a lo largo de la década de los sesenta unas cuotas de crecimiento económico como nunca se habían visto. En cambio, en el bloque soviético era cada vez más patente el fracaso de este modelo, conduciendo a finales de los ochenta a la desintegración de la URSS, y poniendo fin así a la Guerra Fría.
Este hecho, cimentó el triunfo de los valores capitalistas sobre el sistema soviético, provocando el final del sistema bipolar que el mundo había conocido a lo largo de las cuatro últimas décadas. Se iniciaba así un nuevo contexto internacional, marcado por cuatro frentes.

Estados Unidos
Con el fin de la Unión Soviética en 1989, el orden bipolar quebró, lo que supuso la aparición de un nuevo orden internacional, en el que Estados Unidos ejerció el papel de única superpotencia internacional.
Pero si a lo largo de las últimas décadas el pueblo norteamericano había defendido la participación de su gobierno en la política internacional y la expansión de su influencia, al comienzo de la década de los noventa surgió dentro del país una nueva corriente de opinión. Dicha corriente defendía una mayor concentración en la política interior frente a la exterior, ya que el gran adversario para los valores nacionales, el modelo soviético, había desaparecido.
A pesar de ello, el gobierno norteamericano continuó con su política internacional, ya que en este nuevo marco, Estados Unidos es la única potencia con la capacidad económica y militar para llevar acabo iniciativas de paz, interviniendo en crisis que ni Europa ni los organismos de Naciones Unidas pueden resolver.
Con el inicio del mandato de George W.Bush (2001-2009) la política internacional ha adquirido un nuevo matiz, como consecuencia de los atentados del 11 de Septiembre de 2001 que sufrió la nación americana, y en la que fallecieron más de tres mil personas. A partir de aquí, se reforzó su condición de potencia hegemónica en las relaciones internacionales, gracias a la Doctrina Bush, una lucha contra el terrorismo bajo la filosofía de la guerra preventiva. Esta doctrina, también conocida como la guerra contra el terror, ha sido apoyada por muchas naciones, y se fundamenta en el empleo de medios militares, políticos y económicos para frenar el avance del terrorismo, sobretodo el de naturaleza islámica, y evitar así atentados como el del 7 de Julio en Londres o el del 11 de Marzo en Madrid.
Estados Unidos se ha convertido en el líder de la cruzada contra el terrorismo, sin importar sus consecuencias, emprendiendo acciones no aprobadas por la ONU. Según muchos expertos en política internacional, la guerra contra el terrorismo se ha convertido en la excusa empleada por la administración Bush para llevar a cabo acciones militares que favorezcan sus intereses políticos y económicos, como la invasión de Irak, en su afán de dominar el mercado del petróleo.
Esta lucha antiterrorista también ha supuesto un aumento de la presencia estadounidense en distintos puntos del mundo, sobre todo en los países árabes (Irak, Arabia Saudí, Libano,...) y en el continente asiático (Afganistán, India, Pakistán e Indonesia).
Desde la llegada al poder de Bush, han aumentado las críticas por muchos actores internacionales hacia la política de Estados Unidos, y es que a través de las guerras preventivas, están violando gran parte de las leyes internacionales y la mayoría de los derechos humanos.

Rusia
El último presidente de la URSS, Gorbachov, emprendió la Perestroika, intento de transición controlada hacia la democracia, pero fracasó. Esto supuso un inicio de cambio político en la Unión Soviética, que se materializaría con la desintegración de esta en quince repúblicas independientes (Estonio, Letonia, Lituania, Rusia, Bielorrusia, Ucrania, Azerbaiyán, Armenia, Georgia, Moldavia, Kazajstán, Kirguizistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán). De estas nuevas repúblicas, Rusia ha sido la heredera de los organismos interiores y de la posición en política exterior de la URSS, manteniendo así una actitud decisiva en las relaciones internacionales. Y es que a lo largo de las dos últimas décadas ha jugado un importante rol como mediador en conflictos, como en Kosovo, y en procesos de paz como en Oriente Medio, además de apoyar a la ONU en las iniciativas tomadas con respecto a determinados enfrentamientos bélicos en el Golfo Pérsico, Camboya o Bosnia. Tras la llegada al poder de Putin, Rusia ha emprendido acciones para restar la influencia estadounidense en el territorio de Asia central, de ahí la creación de la Organización de Cooperación de Shanghai, junto a China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán.
Las relaciones entre Estados Unidos y Rusia se han destensado, a pesar de mantenerse distantes, como se puede apreciar en el reciente incidente internacional, en el que el gobierno de Bush ha colocado parte del escudo antimisiles en Bielorrusia, lo que la antigua república soviética ha visto como una amenaza.

Europa
Europa occidental ha adquirido una gran importancia una vez acabada la Guerra Fría. La base de esta situación como potencia se debe a dos factores clave: el desarrollo experimentado a lo largo de la década de los sesenta gracias a las ayudas estadounidenses; y a la formación de la Unión Europea, sucesora de la Comunidad Económica Europea (1957-1993). Esta organización ha supuesto la unión de los principales países europeos, y la eliminación de las barreras comerciales para promover la libre circulación. Los impulsores de esta unificación ha sido el eje Franco-Alemán, con el fin de promover una potencia económica y financiera capaz de competir con Estados Unidos.

El mundo Árabe
Es una de las zonas más conflictivas del mundo, dada la explosión demográfica, la emigración y los gobiernos corruptos.
Además, desde la llegada al poder del ayatolá Jomeini en Irán, un ala del islamismo radical ha recorrido la región. De esta forma, el Islam ha pasado a ser un relativo poco tiempo en la segunda religión con más fieles del mundo (1,200 millones). Esto ha permitido un reforzamiento de la unión entre religión y política.
En esta posición de auge religioso, ha crecido el resentimiento contra los valores occidentales de Europa y Estados Unidos, a la vez que aumenta el fundamentalismo islámico. Este hecho se aprecia en el creciente incremento de amenaza terrorista en países occidentales por parte de los grupos armados islámicos.
Antes de esta situación, Estados Unidos ha aumentado su presencia en estos países con el fin de controlar sus intereses en la industria del petróleo y su nueva amenaza: el fanatismo religioso.

3- ¿Qué son las corporaciones militares privadas (CMP)?
Durante la década de los 60 y 70, aparecieron empresas militares privadas, que participaban en conflictos armados en la África negra, moviéndose al borde de la legalidad. Tras la caída del muro de Berlín, y el establecimiento de Estados Unidos como potencia hegemónica, estas corporaciones pasaron a ser un nuevo sector económico, tan profesional como otro cualquiera, amparándose en el vacío legal existente, y protegido por las grandes multinacionales.
Estas empresas ofrecen a sus clientes servicios militares, desde entrenamiento en combate o construcciones de infraestructuras militares hasta el envío de unidades de asalto, también conocidos como mercenarios. Los principales clientes de este tipo de compañías son empresas privadas, organizaciones internacionales y no-gubernamentales, y fuerzas estatales.
En un principio, los servicios de estas empresas eran adquiridos por los gobiernos con el fin de combatir en territorios con un bajo nivel de conflicto, en donde el envío de sus fuerzas estatales daría lugar a importantes problemas políticos, económicos y diplomáticos con otros países. Pero con el paso del tiempo, el uso de este tipo de empresas ha aumentado considerablemente, participando en cualquier conflicto, sin importar el cliente o contra quien hayan de combatir. Un claro ejemplo de este crecimiento es que en la Guerra del golfo la proporción entre contratista y soldados era de uno de cada cien, y en la reciente guerra de Irak, la proporción es de un contratista por cada seis soldados.
Contratando un ejército privado se evitan los controles y las condiciones exigidas por el congreso, así como los límites presupuestarios que se establecen a la hora de llevar a cabo una misión de guerra. Además, al ser una empresa privada, la responsabilidad del gobierno en el conflicto es menos directa, lo que permite ejercer todo tipo de abusos, operaciones sucias contra la población, misiones de espionaje u ofrecer servicios de reclutamiento y entrenamiento militar a países extranjeros, como el caso de la empresa MPRI con el ejército croata.
En caso de muerte de algún mercenario, la presión que se ejercerá desde la opinión pública será mucho menor que si la muerte fuera de un soldado profesional y, por otra parte, el Pentágono no tiene por qué dar asistencia médica a los mercenarios, lo que supone un ahorro importante.
Estas empresas asocian su actividad a una lógica lucrativa propia de cualquier empresa privada que produce bienes y servicios en el mercado.
Las compañías de seguridad no sólo son contratadas por países poderosos como Estados Unidos, sino que también ofrecen su apoyo a gobiernos débiles para frenar revueltas populares. Estos países en concreto, suelen ser bastante pobres, por lo que no suelen poder pagar los servicios que las empresas les ofrecen, y entonces les conceden recursos de su patrimonio nacional, como en el caso de Executive Outcomes, cuyas filiales obtuvieron concesiones de gas, petróleo y diamantes en Sierra Leona.
Las empresas de mercenarios operan en determinados países sólo si firman un contrato de inmunidad, como fue el caso de DynCorp en Bosnia, que salió impune de sus delitos relacionados con la trata de blancas.
Además, estas empresas cuentan entre sus filas con numerosos criminales de guerra, como es el caso de Erinys, una compañía británica en la que trabaja Richard “Sanders” Rouget, autor del asesinato de un activista del Congreso Nacional Africano; o Deon Gouws, confeso protagonista de asesinatos y atentados en los años del Apartheid.

El crecimiento que han experimentado estas compañías en la última década ha supuesto su conversión en un nuevo sector económico, que produce al año unas ganancias próximas a los 100 000 millones de dólares, y que se estima que allá por el 2010 alcancen los 200 000 millones.
Pero a pesar del apoyo ofrecido por las grandes potencias, estas están sufriendo un éxodo masivo de miembros de sus fuerzas especiales a estas empresas, en donde pueden triplicar su sueldo, llegando a cobrar hasta 1.000 dólares al día. Un claro ejemplo, es que según las estadísticas, las aplicaciones para trabajar en las empresas, superan los puestos de empleos disponibles.

3.1-Asociación Internacional de Operaciones de Paz
En Abril de 2001 se fundó la Asociación Internacional de Operaciones de Paz, una agrupación de las distintas compañías militares norteamericanas. Esta asociación fue creada Doug Brooks, que se ha mantenido como presidente del organismo desde entonces, con el objetivo de promover la ética profesional entre las actividades de las compañías, regulándolas según el código de conducta. Dentro de la agrupación existen unas 44 empresas, entre las que destacan Greystock y Blackwater. Esta última ha provocado una grave crisis interna en la AIOP, como consecuencia de sus actividades ilícitas en Irak, que ha hecho que dicha compañía se vea obligado abandonar parcialmente la asociación.
Frente a las críticas que reciben de la opinión pública las CMP, esta asociación las defiende como las vías más rápidas y eficaz para el establecimiento de la paz, y por lo tanto un medio necesario.
Para cualquier empresa militar dispuesta a formar parte de la AIOP, es necesario que acepte el código de conducta impuesto por Brooks, a pesar de que suele ser incumplido por los miembros de dichas compañías. El código se fundamenta en once puntos:
1-Derechos Humanos: Las compañías deben respetar la dignidad de las personas y remitirse a las leyes internacionales sobre derechos humanos.
2-Transparencia:Las operaciones llevadas a cabo deben de estar destinadas a conseguir la paz, por lo que cualquier autoridad internacional ha de tener constancia de ello.
3-Legalidad: Las empresas deben remitirse a sus obligaciones contractuales dentro del marco legal, y por lo tanto están obligadas a tomar medidas contra cualquier acción ilegal llevada a cabo por alguno de sus trabajadores.
4-Clientes: Solo trabajarán para gobiernos reconocidos, organizaciones internacionales y no-gubernamentales. No aceptarán colaborar con clientes que no aceptan la ley, y que sus acciones vayan contra la paz. Deben aceptar la confidencialidad de la información obtenida en sus servicios.
5-Seguridad: Trabajará de la forma más segura, responsable y prudente posible.
6-Empleados: Deben de ser conscientes del riesgo de sus actividades. Además, de haber sido entrenados de forma adecuada para acometer sus objetivos. La empresa deberá hacerse cargo de la asistencia médica de cualquier empleado si es necesario.
7-Seguro: Los trabajadores deberán estar asegurados por pólizas de vida apropiadas a los riesgos que corren.
8-Control: La empresa no podrá llevar a cabo ofensivas militares que no hayan sido previamente dictaminadas por una autoridad legítima.
9-Ética: Las empresas se regirán por el código ético de cara a llevar a cabo sus funciones, por lo tanto no deben emplear armas ilegales, además de artefactos biológicos que puedan provocar problemas de salud al cabo de los años.
10-Contratos con otras compañías: Debido a la compleja naturaleza de los conflictos, las compañías deben emplear los servicios de otra empresa. Estas deberán aceptar los principios del código de conducta.
11-Aplicación: Todas las empresas se comprometen aceptar los principios del código de conducta.

4. Algunos ejemplos de CMP
Military Professional Resources Inc (MPRI):
Se encuentra en Virginia, y está dirigida por el ex general Carl E. Vuono, que participó en la Guerra del Golfo; y antiguos militares del ejército de Estados Unidos.
En 1995 brindó su apoyo al ejército croata contra los serbo-bosnios. El 4 de agosto, el ejército croata lanzó una ofensiva para recuperar la Krajina mediante la Operación Tormenta, que dio lugar a un bombardeo contra civiles serbios en Knin. Por este incidente fueron procesados tres generales croatas por el Tribunal Internacional de Crímenes de Guerra. MPRI alegó que su labor consistió únicamente en preparar técnicamente al ejército croata, y que no intervino directamente en la masacre.
Intervino también en la ejecución del Plan Colombia, por lo que recibió seis millones de dólares por entrenar y asesorar al ejército colombiano.
Actualmente, MPRI entrena al ejército de Bosnia y Herzegovina, y es la guardia personal de Hamid Karzai, el presidente de Afganistán. Además, tiene una participación fija en alguna toma de decisiones del Pentágono.

DynCorp:
En un principio se llamó California Easter Airways Inc. Fue creada en 1946 por pilotos norteamericanos que pensaban dedicarse al transporte de carga.
Iniciaron su actividad en la Guerra de Corea (1950-1953), participaron en Vietnam (1960-1975) y colaboraron en el Plan Colombia.
DynCorp entrena e incorpora mercenarios al servicio de los Estados Unidos, y además proporciona mantenimiento al ejército.
En el Plan Colombia, mientras que Estados Unidos desarrollaba su guerra contra el narcotráfico, DynCorp trabajaba tratando de erradicar la insurgencia de las FARC y los movimientos sociales, causando la muerte de muchos campesinos y labriegos. En julio de 1999 se llevó a cabo una misión de espionaje, en la que un avión de DynCorp, contratado por Estados Unidos, se estrelló en la frontera entre Ecuador y Colombia, causando la muerte de cinco soldados norteamericanos y dos colombianos.
DynCorp también se encargó de las contrataciones de la fuerza policíaca civil de la ONU en Bosnia. 1.700 civiles trabajaron en esa misión, con un sueldo de 32.666 dólares al año, más 90 dólares al día en gastos.
La empresa DynCorp ha tenido juicios en 77 países por crímenes como la tortura, el tráfico de niñas y demás delitos.

Executive Outcomes:
Esta empresa nació después del Apartheid, en Sudáfrica. Está constituida por ex militares que ofrecen sus servicios a empresas multinacionales.
Executive Outcomes protege campos de petróleo en Angola desde el año 1990. Entre el 93 y el 95 estuvo cobrando una cantidad de 40 millones al año al proporcionar servicios militares al gobierno angoleño para combatir contra los rebeldes de UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola).
En 1995 participó en Sierra Leona en el derrocamiento de la Junta Militar, ayudando también a la restauración del gobierno de Teja Kabbah, por lo que recibió unos ingresos de 1,5 millones de dólares al mes.
En mayo de 1998 bombardearon con NAPALM un mercado de un pueblo africano, matando a 500 civiles en un día.

Blackwater:
Fue fundada en 1997 por Eric Prince (interno de la Casa Blanca durante el gobierno de Bush padre que desde el 98 contribuye a aumentar los fondos del Comité Nacional Republicano) y Al Clark.
Su centro está en Moyock, Carolina del Norte, y tiene una extensión de 2428 hectáreas, donde entrenan a 40.000personas al año. Poseen 20 aviones de guerra y un ejército de unos 20.000 soldados. El periodista Jeremy Scahill, , los califica como “la guardia pretoriana de Bush en su guerra contra el terrorismo”.
Tienen unos 450 empleados en Irak, y muchos son ex miembros de las Fuerzas Armadas norteamericanas.
El 31 de marzo de 2004, cuatro empleados de Blackwater fueron capturados en una emboscada en Faluya. Fueron linchados, y sus cuerpos fueron quemados y colgados de un puente.
Blackwater también desarrolló su labor en Nueva Orleáns, tras la catástrofe del huracán Katrina, luchando contra el crimen y el pillaje que existía en el momento.
Paul Bremen, antes de dejar Irak, firmó una orden (la orden 17) por la que Blackwater recibía inmunidad ante cualquier aplicación de la ley de Irak por incidentes como matar civiles. Es decir, obtuvo la misma inmunidad de la que disfrutan los soldados profesionales del ejército.
En febrero de 2006, Donald Rumsfeld clasificó a los contratistas de Blackwater como parte oficial de la fuerza total de Estados Unidos.

5-Ejemplos de operaciones de las CMP
El Plan Colombia:
Elaborado por Barry McCaffrey, el Plan Colombia fue un proyecto llevado a cabo por el presidente colombiano Andrés Pastrana y el Pentágono para combatir el narcotráfico en Colombia y resolver el conflicto armado existente. No obstante, sectores críticos con este plan afirman que el objetivo real era ejercer una gran represión contra las FARC, los campesinos, los movimientos sociales y demás focos de insurgencia colombiana, para así extender el neoliberalismo y la hegemonía norteamericana, además de proteger los yacimientos de petróleo.
El ejército colombiano fue entrenado y asesorado por empresas como MPRI o DynCorp, con contratos millonarios de hasta seis millones de dólares con la Secretaría de Defensa para combatir la lucha armada de las FARC. La mitad de los fondos del Plan Colombia fueron empleados en estos contratos, que “no estaban en la obligación de dar cuenta de sus actividades a ninguna autoridad colombiana”, según dijo Pedro Carlos Arias Weiss, que reconoce hacer sido mercenario a sueldo en Colombia. Con ésto se generaba un gran descontrol que dio lugar a catástrofes como la que se vivió en Santo Domingo, donde un helicóptero de una empresa contratada por la multinacional BP, provocó un bombardeo en el que murieron 18 personas.
Para acabar con el narcotráfico, se pensó en erradicar los cultivos de coca, mediante fumigaciones de glifosfato y fusarium oxisporum, lo que dañó a los cultivos lícitos y a la población civil. DynCorp se ocupó de los vuelos financiados por las autoridades colombianas.
En esta operación Estados Unidos invirtió 1,3 millones de dólares, y proporcionó 500 contratistas y 300 civiles, aunque estos últimos fueron autorizados al uso de armas.
A pesar del plan Colombia, el país sigue siendo el principal exportador de coca en todo el mundo, y el conflicto armado protagonizado por las FARC sigue latente.

Guerra de Irak:
Cerca de 100.000 contratistas de Estados Unidos operan en la Guerra de Irak. Distintas compañías como Blackwater o DynCorp realizan labores propias de un ejército profesional, desde la construcción de bases militares hasta el suministro de seguridad e interrogatorio de presos iraquíes, y todo ello al servicio de los intereses estadounidenses.
Las empresas militares privadas tienen licencia para matar. Pueden hacer uso de la fuerza en defensa propia y en protección de la propiedad, así como llevar a cabo detenciones de civiles.
Algunos analistas como Manlio Dinucci, periodista del diario Il Manifiesto y muy crítico con la política de Bush, contemplan incluso la posibilidad de que los atentados con coche bomba que tienen lugar en ciudades como Bagdad, sean cometidos por estos ejércitos de mercenarios para provocar la división en el país en distintas corrientes étnicas y hacer así más eficaz y sencilla la invasión de Estados Unidos.
En abril de 2003, el ejército estadounidense entró en Faluya por la fuerza, apoderándose de una escuela de primaria. Esta acción dio como fruto una protesta por parte de los faluyanos que se saldó con una docena de personas muertas y setenta heridas, entre ellos soldados estadounidenses. El 22 de Marzo de 2004, Ahmed Yassin fue asesinado por un grupo de militares israelíes. Esto incrementó el rechazo hacia Estados Unidos, ya que se cree que entre el grupo de militares israelíes había mercenarios contratados por la CIA y el Pentágono. El periodista Jeremy Scahill, autor del libro Blackwater: El ascenso del ejército mercenario más poderoso del mundo, señala que es muy posible que, cuando los insurgentes iraquíes atacaron a los empleados de Blackwater en Faluya pocos días después, fuese como respuesta a este asesinato.
Otras operaciones:
Este tipo de empresas también han intervenido en otros conflictos como el de Yugoslavia. MPRI no sólo ofreció sus servicios a Croacia, sino que también a Bosnia y Serbia. Juan Belikow, director del Centro de Estudios de Europa central y oriental en Buenos Aires, afirma que Croacia recurrió a los servicios de esta empresa debido a que no contaban con ejército y armamento propio.
En Sierra Leona, en 1995, Executive Outcomes tenía un contrato con las autoridades para proteger al gobierno de las revueltas de insurgentes rebeldes, actuando como un gobierno sobre la población. Se calcula que había en la zona hasta un total de 500 mercenarios, cobrando entre 15.000 y 18.000 dólares al mes cada uno. La labor desempeñada por la empresa fue principalmente de entrenamiento y asesoramiento del ejército. No obstante, tres meses después de que Executive Outcomes abandonara Sierra Leona el gobierno fue derrocado por los guerrilleros.
También es conocido el caso de Bob Denard, un mercenario francés relacionado con los servicios secretos de su país que actuó en África contra las esperanzas de independencia de los pueblos colonizados.
Defensor del régimen del Apartheid, encabezó un golpe de Estado para apoderarse de las islas Comoras, las cuales convirtió en un cuartel general desde el que mantener relaciones comerciales con Sudáfrica.
Algunos de los empleados de DynCorp estuvieron implicados en un caso de trata de blancas en Bosnia, donde actuaban contratados por el Pentágono para completar el contingente de la ONU destinado a formar policías locales. Traficaban con niñas y las usaban como esclavas sexuales, alardeando de la edad de las chicas que habían comprado. Además, importaban prostitutas junto con la mafia Serbia por precios entre 600 y 800 dólares. Al ser extranjeros y no pertenecer a ningún ejército nunca recibieron castigo alguno por ello.

6-CMP: Una zona gris para los derechos humanos y leyes internacionales
A medida que ha crecido el uso de estas empresas, se está cuestionando cada vez más su legalidad, debido a que operan dentro de un vacío legal. Atendiendo a la Convención de Ginebra de 1949, estas empresas han de ser consideradas como mercenarios, ya que responden al concepto de persona reclutada para un conflicto armado por un país distinto al suyo motivado por las ganancias personales. Por ello y según el Artículo 47, en el caso de ser capturados, serán tratados como combatientes ilegales, sin poder atenerse a los derechos de los prisioneros de guerra. Aun así, este hecho beneficia a las empresas, de ahí que no hayan presionado para cambiar el artículo 47. Y es que, al no ser considerados ni civiles ni soldados jurídicamente hablando, saldrán impunes de cualquier acción atroz que cometan, ya que ni el Estado que les contrata ni los organismos internacionales pueden juzgarlos, sólo el estado en el que hayan cometido el acto (en la mayoría de los casos corrupto o en periodos inestables) puede hacerlo.
Esto beneficia en parte a los gobiernos que subcontratan a las empresas, aunque supone un beneficio de doble filo. Estos gobiernos delegan importantes atribuciones sobre las compañías militares privadas, lo que a lo largo supone una acumulación de poder, y para el gobierno, una pérdida. El ejemplo más claro es el que se está viviendo en la actualidad en Estados Unidos, donde el FBI ha iniciado una investigación contra la agencia Blackwater, por sus acciones en Irak. Pero dicha investigación ha sido frenada por el Departamento de Estado, que ha otorgado inmunidad a los empleados de Blackwater con respecto a sus actos en Irak. Por ello, en octubre de 2001 entró en vigor el informe contra el reclutamiento, utilización, financiación y entrenamiento de mercenarios, elaborado por Naciones Unidas en 1989 a raíz golpe de Estado perpetrado por el mercenario francés Bob Denard en las islas Comoras. Este informe únicamente fue respaldado y firmado por los países “víctimas” de las actividades de los mercenarios. Países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Australia y España no lo firmaron, y de la UE sólo lo han ratificado Bélgica, Chipre e Italia.
A pesar de ello algunos expertos consideran estas medidas insuficientes, como la política suiza Micheline Calmy-Rey, que ha propuesto obligar a todas las empresas a estar bajo el ámbito del derecho internacional, y cumplir las leyes de los derechos humanos.
Aunque están demostrados que las CMP, cruzan la barrera de la legalidad con frecuencia, el Comité Internacional de la Cruz Roja les cede su apoyo. Y es que la Cruz Roja ha aceptado el cargo de la supervisión de las agencias, dictaminando que sus acciones, al igual que los Estados que las contratan, se atengan al Derecho Internacional Humanitario (DIH).
En un discurso reciente de esta organización, han afirmado el inicio de diálogos con algunos Estados sobre las CMP, con el fin de obligarles a ejercer responsabilidad sobre los actos que cometan las empresas, y de esta forma adoptar medidas apropiadas contra ellas. En paralelo, la Cruz Roja ha iniciado también diálogos con la Asociación Internacional de Operaciones de Paz, con el fin de promover el DIH entre las empresas, y mejorar las ayudad prestadas a las personas afectadas por los conflictos en los que participen.

7- Actualidad sobre las compañías militares privadas
Irak se ha convertido en el mejor ejemplo de la citada privatización de la guerra. Y es que el gobierno estadounidense, desde que invadiese en 2003 el territorio iraquí, ha basado su estrategia en la libertad de movimientos a las compañías militares privadas, sobre todo a Blackwater, Dyncorp y Triple Canopo. Pero las citadas compañías han ido adquiriendo cada vez más poder a medida que avanzaba el conflicto, patente a partir de 2004. El 31 de Marzo de aquel año, cuatro miembros de seguridad privados fueron asaltados, linchados, descuartizados y quemados por un grupo de iraquíes en Faluya.Sus cuerpos fueron colgados de un puente sobre el río Éufrates. Como respuesta a este incidente, y gracias a las Orden 17, por la que las compañías tienen inmunidad ante tribunales iraquíes, las acciones de las CMP se han encrudecido.
Ha sido en el año 2007, cuando parece que se han iniciado una respuesta contra este libertinaje de las empresas. Aun así, el 16 de Septiembre, miembros de la empresa norteamericana Blackwater, mataron a 17 personas en un tiroteo al oeste de Bagdad. Esta noticia cobraba una gran importancia en los medios de comunicación, afianzándose así la cruzada de rechazo hacia la privatización de la guerra llevada a cabo por la opinión pública norteamericana, en campañas como Stop the War Profitees (Parad a los que se benefician de las guerras).
Como respuesta al incidente del 16 de septiembre, el gobierno iraquí anunció poco después la retirada de la licencia a la compañía Blackwater y el inicio de proceso de revisión de todas las empresas que operan en el país. En un principio, Estados Unidos defendió a Blackwater, considerada la quinta potencia militar de EEUU, alegando que el tiroteo fue una respuesta tras la explosión de un coche bomba en el momento en que cuatro diplomáticos estaban en las cercanías.
En los últimos siete meses, el gobierno iraquí ha suspendido la licencia de dos empresas norteamericana, pero debido a que el trabajo de estas es insustituible, han tenido que renovárselas. Este hecho preocupa a muchos expertos, que ven como el desarrollo de Irak se cimenta bajo las acciones de mercenarios. Por ello el congreso estadounidense se ha visto obligado a levantar la impunidad a las empresas de seguridad en Irak. La cámara, liderado por el congresista demócrata David Price, ha aprobado contra los deseos de la Casa Blanca, una nueva ley, por la que cualquier compañía de seguridad, que cometa un delito que en caso de producirse en territorio americano sería penalizado con prisión, quedará bajo las jurisdicción de las leyes norteamericanas. Aun así, esta ley únicamente afecta a las compañías contratadas por el Departamento de Defensa. Las empresas que trabajan para otras agencias de la Administración Bush pueden seguir operando sobre un vacío legal, impunes a cualquier medida legal.
Poco días después de esto, Irak ha vuelto a sufrir un nuevo incidente sangriento, con el asesinato de diez civiles por parte de un miembro de la firma Unity Resources Group.
La última medida frente a este grave problema, ha sido la tomada por el gobierno iraquí, que aprobado una ley que dictamina la retirada de la inmunidad de las empresas privadas dentro del territorio iraquí. Según esta nueva legislación, los agentes de estas empresas serán registradas en los controles de las fuerzas de seguridad iraquíes, con esto se pretende evitar más incidentes violentos.
8-Conclusión
Hemos podido comprobar que la contratación de mercenarios otorga a los países un gran poder de actuación y extrema fortaleza en conflictos bélicos. Pero debido a su alto coste, únicamente las grandes potencias pueden permitírselo.
Cada vez más, los estados otorgan más poder a las compañías, relegando en ellas las tareas de seguridad nacional. Esto provocará a la larga que el desarrollo de la paz esté en manos de actores internacionales que únicamente buscan el beneficio propio. Por lo que los conflictos bélicos pasarán a ser fuente de lucro y beneficio, en lugar de lo que realmente son: situaciones de dolor.
La única forma de acabar con esta privatización de la guerra, sería que la opinión pública mostrase su oposición y desacuerdo, presionando a los gobiernos para que en lugar de apoyarlos, los censurasen, siguiendo el ejemplo de las medidas tomadas por el gobierno iraquí, y el congreso estadounidense. Y es que no se puede concebir que en pleno siglo XXI hagamos de la muerte de civiles un negocio con el que enriquecerse.
9-Fuentes consultadas
Periódicos:
EL ECONOMISTA
EL PAÍS
EL MUNDO
ABC
LA RAZÓN

Páginas web:
http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=11749
http://www.insurgente.org/modules.php?name=News&file=article&sid=11749
http://www.rebelion.org/imperio/040524febbro.htm
http://www.rebelion.org/plancolombia/privatizar100101.htm
http://www.rebelion.org/plancolombia/davos310101.htm http://es.wikipedia.org/wiki/Plan_Colombia
http://www.voltairenet.org/article123816.html
http://www.redegalega.org/synapsis/175/c/syn175_c.htm http://www.pagina12web.com.ar/diario/sociedad/3-35731-2004-05-24.html
http://arch1.cubaencuentro.com/internacional/20040502/1d41ed072dabec6d5d9e867eaf7efbb9/4.html
http://www.lafogata.org/07latino/latino4/ecua.14.1.htm
http://www.belt.es/noticias/2004/mayo/17/negocio.htm
http://archivo.elnuevodiario.com.ni/2004/mayo/19-mayo-2004/especiales/especiales3.html http://www.pangea.org/hendrik/imagenes/elnegociodelaguerra.htm
http://es.altermedia.info/general/beeuu-encarga-a-empresas-de-mercenarios-las-operaciones-sucias-en-colombiab_63.html
www.icrc.org
www.ipoaonline.org
www.blackwaterusa.com
www.dyn-intl.com
www.greystone-ltd.com
www.nytimes.com
http://www.washingtonpost.com
Libros:
SCAHILL, Jeremy. Blackwater: El ascenso del ejército mercenario más poderoso del mundo. Nation Books. 452p.
DAHRENDORF, Ralf. El recomienzo de la historia: de la caída del muro a la guerra de Irak. Conocimiento. 337p.
ESCUDÉ, Carlos. Mercenarios del fin del milenio. Fund. Editorial de Belgrano.

Documentos audiovisuales:

Película: Diamantes de sangre. Dir.: Edward Zwick.
Película: Prueba de vida. Dir.: Taylor Hackford.
Película: Redacted. Dir.: Brian de Palma.
Documental: Shadow Company. Dir.: Nick Bicanic y Jason Bourque.

2 comentarios:

Labana dijo...

Hola, por si quieres ampliar información al respecto:

Te invito a que veas la entrevista que Mara Torres les ha hecho en La 2 Noticias a Jeremy Scahill. En nuestra página tienes el vídeo (es la segunda mirada), y si te apetece comentar, opinar... no dudes en utilizar allí tb los comentarios.

Vídeo de la entevista a Jeremy Scahill, autor del libro "Blackwater. El auge del ejército mercenario más poderoso del mundo"
en La 2 Noticias


Saludos,

Mara Torres Página no oficial (Labana blog)

El crítico dijo...

LINZHE pedazo trabajo que nos salio y la cabrona de la profesora nos suspedió. NO HAY DERECHO

http://www.bienvenidoalaultimabutaca.blogspot.com/